Si tienes problemas para poder dormirte y/o te despiertas antes de lo previsto, déjame decirte que no estás solo. El insomnio afecta a más personas de las que tú crees. Lo bueno es que existen distintas estrategias que pueden ayudarte a tener una mejor calidad de tu sueño. Educarse en que hacer y que evitar, además de buscar ayuda es clave para llegar a la raíz del problema. Evita la automedicación, pues puede empeorar la situación.
Si tienes dificultades para dormir o sientes que no duermes lo suficiente, es momento de que empieces por mejorar tu higiene del sueño, quizás están realizando ciertas actividades que no te están dejando dormir bien.
Síntomas
El insomnio es uno de los problemas más comunes en la consulta médica. Se estima que hasta aproximadamente un tercio de la población tiene algún grado de dificultad para conciliar el sueño y/o mantenerlo, y algunos estudios han encontrado que hasta 15% de la población presenta alteraciones diurnas secundarias al no poder dormir bien.
Entre los síntomas del insomnio tenemos:
Fatiga diurna
Deterioro del funcionamiento diurno
Disminución de tu rendimiento laboral o escolar
Aumento de accidentes laborales y de tránsito
Disminución de la concentración y la atención
Irritabilidad
Ansiedad
Alteraciones del estado de ánimo
Además, la falta de sueño nos hace más propensos a padecer de otras enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, hipotiroidismo. Aumenta las posibilidades de que tengamos ansiedad, depresión, aumenta el consumo de alcohol u otras sustancias, y puede aumentar las probabilidades de cometer suicidio.
Higiene del Sueño
Lo primero que debes hacer es tener un diario de sueño, en el que vas a ir anotando a qué hora te acuestas, a qué hora te levantas, cuantas veces te despertaste durante la noche y cómo te sentiste al día siguiente. También debes registrar lo que hiciste antes de dormir.
Con toda esta información podrás comenzar a analizar cómo puedes mejorar tu higiene del sueño.
La higiene del sueño consiste en una serie de actividades destinadas a mejorar nuestra calidad del sueño y que al momento de irnos a la cama no tengamos dificultades para dormirse.
También es importante que intentes estar lo más relajado posible antes de irte a la cama. Puedes relajarte a través de ejercicios de respiración, meditación, tomar una ducha caliente, escribir en una libreta tus planes para el próximo día, o mantener un diario de gratitud.
Si sientes que a pesar de haber mejorado tu higiene del sueño persiste la dificultad para conciliar y/o mantener el sueño, es hora de que busques atención por un médico especialista. No intentes tomar medicamentos por tu propia cuenta, es muy importante no automedicarse.
El médico realizará exámenes para descartar otras enfermedades que pueden estar ocasionando el insomnio, como el hipertiroidismo, depresión, ansiedad, enfermedades cardíacas, por mencionar algunas.
Una vez excluidas otras causas secundarias de insomnio, te recomendarán hacer terapia cognitivo conductual, que es un tipo de psicoterapia que tiene evidencia científica para el tratamiento del insomnio.
Los medicamentos lo dejaremos para los casos moderados o severos, y los mismos serán por un tiempo limitado y siempre bajo la supervisión de un médico especialista.
Recuerda que el insomnio afecta a más personas de las que tú crees, la automedicación sólo agrava el problema y la ayuda siempre existe.
¡Conoce a la autora!
¡Hola! Soy una apasionada de la salud mental. Considero que la misma debería ser una de nuestras mayores prioridades, y lucho para combatir el estigma sobre los trastornos mentales y la búsqueda de atención en salud mental.
Soy médico especialista en psiquiatría. Realicé mis estudios universitarios en la Universidad de Panamá, y la especialización de psiquiatría en la ciudad de Panamá.
Hace 2 años cambié el clima tropical por uno un poco más frío y me mudé a Suecia. Gracias a las plataformas de neurogliapty me he podido reconectar con mis pacientes en Panamá.
Si quieres concertar una cita conmigo, me puedes contactar a través de las plataformas de neurogliapty.
Saludos,
Dra. Larissa Calvo
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